La de hoy no es sólo una buena cita; es una verdaderamente cierta. Y lo es porque quien la dijo lo hizo con pleno conocimiento de causa: se trata de una persona a la que los atentados del 11-M pillaron en la cafetería de la estación de Atocha. Ayudó a los heridos con manteles y toallas. Aún hoy tiene secuelas. Su relato, esta misma mañana, nos estremeció a todos.
"No es que el tiempo pase demasiado deprisa. Es que nosotros pasamos demasiado deprisa por el tiempo"
Esta persona dio un golpe de timón en su vida después de presenciar el horror. Según refiere, la experiencia le hizo darse cuenta de muchas cosas, valorar lo que antes no valoraba y relativizar problemas que ahora veía que tan sólo eran molestias. Apreciar de verdad cada instante. En suma, le hizo vivir más plenamente.
Ojalá valga esto para que aprendamos de la experiencia ajena.
martes, 4 de marzo de 2008
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1 comentario:
Me parecen muy inteligentes tus comentarios, ya sólo falta que seas guapo; me consta que sí...
Tu novia, si es que existe, tiene una suerte que no se merece. He dicho.
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