Es de sobra conocida la botadura en los astilleros de Navantia Ferrol, el pasado día 10, del Buque de Proyección Estratégica Juan Carlos I (L 61), que previsiblemente entrará en servicio en 2009, tras su terminación a flote. Pero, ¿qué significa esta noticia?
Prima facie, un triunfo industrial y tecnológico: con sus 230 metros de eslora, 32 de manga y 27000 Tn de desplazamiento a plena carga, es el mayor navío de guerra jamás salido de astillero español; y el mayor que nunca haya enarbolado el pabellón de la Armada. De esta forma, sustituye al algo menor Príncipe de Asturias (R 11; en la fotografía) como insignia y símbolo de la fuerza naval española. La fórmula ingenieril ha resultado tan popular que Australia ya ha encargado dos buques basados en el mismo diseño a los astilleros de Navantia, igual que ya sucediera con Tailandia, que tiene un gemelo del R 11 construido en Bazán Ferrol y que lleva el nombre de Chakri Naruebet.
Sin embargo, probablemente lo más importante es, como indica su nombre, la proyección estratégica que este barco dará a la Armada. Amén de afianzar la presencia española en el selecto club de países con portaaviones (10 en todo el mundo), su gran polivalencia como buque de asalto anfibio (cuenta con dique inundable), transporte (con capacidad para más de 1000 personas), hospital y plataforma para aviación embarcada VSTOL (AV 8B como los del R11, helicópteros, JSF y V 22) le da una versatilidad muy necesaria en las operaciones navales de hoy día, que son principalmente de desembarco, asalto anfibio y apoyo a tierra. Y sobre todo, su gran autonomía le permite operar muy lejos de casa: puede recorrer 9000 NM sin repostar, o lo que es lo mismo, 16600 km, es decir, a México ida y vuelta. En resumen, un buque capaz de actuar como puño de la flota en todo tipo de operaciones y en teatros muy lejanos.
La Historia nos enseña que quien aspire a ser una potencia mundial ha de ser una potencia naval. El nicho en que mejor encaja España en el mundo actual es el de una potencia media pero con alcance global, lo que requiere (además de medios no militares) unas FFAA potentes, modernas y con crecientes compromisos internacionales. La entrega del L 61 Juan Carlos I es un paso importante en esa dirección: reforzar capacidades estratégicas para contar con mayor presencia e influencia a nivel planetario. Es decir, un importante paso en la dirección de convertir a España en una potencia: una buena noticia para todos.
En Wikipedia pueden encontrarse buenos artículos tanto sobre el R 11 Príncipe de Asturias como sobre el L 61 Juan Carlos I. También se puede encontrar una interesante lista de portaaviones del mundo por países. En Revista Naval.com se puede ver un álbum de fotos sobre la botadura del L 61 Juan Carlos I.
1 comentario:
Todos los españoles, quedrás decir.
Saludos.
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